lunes, 25 de octubre de 2010

Mi Lima


Lima me encanta y desencanta. Con sus pistas rotas y carros viejos, con sus micros que parecen cafeteras y sus cobradores y microbuseros, Lima es la ciudad donde nací, la capital de mi país, y el hogar de más del 27% de la población. Algunos viven en casas de mármol, otros en casas de cartón, y es ese el aspecto que no me gusta de mi ciudad. Que unos manejen mototaxy y otros tengan 10 BMW, que no hayan oportunidad para los que no tienen profesión y que otros ganen más de 10,000 dólares al mes. Que los cerros y sus casitas de esteras sean totalmente apartados, y que la gente de las casuarinas o la planicie no quieran mezclarse con la chusma. Todo mi pueblo, es valioso. Todos merecemos oportunidades, no digo que los que tienen mucho deban dejar de tenerlo o tengan menos, sino que los que se encuentran en el fondo de la pirámide, tengan oportunidad para surgir y superar esa barrera de pobreza que lamentablemente separa a la población. Y citando a Susana Villarán, “hay que hacer no sólo que la gente de los cerros baje a la ciudad, sino que la ciudad suba.” El desarrollo debe subir a los cerros y a los sectores más pobres de la ciudad, debemos ayudar a mejorar la calidad de vida, empezando por arreglar las pistas y veredas y más aún la educación. Por eso me gusta Susana Villarán, sé que es una mujer honesta y muy capaz pues es muy amiga de mi familia desde hace más de 40 años, y siempre ha demostrado su dedicación a ayudar a todos, especialmente los más necesitados.

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